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sábado, 24 de mayo de 2008
Plantas Naturales y enfermedades
Las plantas han sido empleadas para aliviar los males de la humanidad desde tiempos remotos. El conocimiento empírico acerca de las plantas medicinales y sus efectos curativos se acumuló durante milenios y posteriormente pasó a ser parte integral de sistemas y tradiciones curativas como el ayurveda en la India, la medicina tradicional china o las tradiciones curativas de los indios norteamericanos. Aunque a partir del siglo pasado el empuje de la industria farmacéutica hizo que la terapéutica fundamentada en el empleo de plantas viniera a verse como una práctica "primitiva" e irracional, en décadas recientes la fitoterapia ha experimentado un extraordinario resurgir. En la actualidad se llevan a cabo cada día descubrimientos científicos que confirman el enorme potencial curativo que posee el mundo vegetal y que están transformando la fitoterapia en una práctica muy distinta a la de nuestros antepasados. Y cuando hablamos de descubrimientos científicos en torno a las plantas medicinales hay que aclarar que no se trata meramente de un redescubrir antiguos usos. En años recientes, las investigaciones nos han regalado con el descubrimiento de aplicaciones insospechadas para muchas plantas y sustancias derivadas de estas. También han surgido nuevas formas de preparación y de disponibilidad. Hoy encontramos extractos de plantas medicinales en forma de cápsulas, tabletas y otras formas desconocidas para nuestros antecesores. Estos descubrimientos presentan nuevos retos. La cantidad de plantas con propiedades curativas es tal que nadie puede dominar la totalidad del conocimiento de esta materia. Los sanadores tradicionales de numerosas culturas por lo general conocen los usos de cientos de plantas oriundas de su país o región, pero no conocen las plantas oriundas de otras regiones. De cualquier modo, en nuestros días quedan pocos de estos sanadores tradicionales por lo que el conocimiento profundo de las propiedades curativas de muchas plantas corre el riesgo de perderse.
No hay duda de que la ciencia y la tecnología nos pueden ayudar a descubrir y utilizar las propiedades terapéuticas de las plantas medicinales de forma mucho más efectiva. Por otra parte no hay que olvidar el conocimiento empírico desarrollado por culturas distintas o anteriores a la nuestra y los grandes sistemas como el ayurveda, la medicina tradicional de la China o la medicina de los Indios norteamericanos que parten de una visión distinta del ser humano.
Otro problema es el de la acelerada destrucción de los bosques que ha eliminado, y continua eliminando, numerosas especies de plantas que poseen propiedades medicinales. Esto a pesar de los esfuerzos de algunos gobiernos y organizaciones ambientalistas por protegerlas.
Nuevos retos
A pesar de estos problemas hoy tenemos varias ventajas sobre los sanadores tradicionales de la antigüedad. Los modernos sistemas de comunicación y transporte han logrado que en lugar de estar limitados a las especies de plantas que crecen en nuestra región, podamos aprovecharnos del acceso a plantas medicinales y remedios basados en plantas de otros países y tradiciones lejanas. Hoy podemos emplear remedios que antiguamente eran empleados y conocidos únicamente en China, la India, la islas del Pacífico, entre los indios sudamericanos o los indios norteamericanos. Esto ha conducido a lo que muchos han llamado una herbologia planetaria. Por otra parte, el estudio científico moderno de las propiedades curativas de las plantas promete descubrir propiedades que incluso van más allá de los usos tradicionales conocidos. Sin embargo, la falta de incentivos para este estudio ha sido hasta ahora un escollo formidable. Las compañías farmacéuticas que cuentan con los recursos monetarios para llevar a cabo dichas investigaciones no se sienten motivadas a hacerlo debido a la imposibilidad de patentar y adquirir derechos exclusivos para la comercialización de cualquier planta. No obstante, algunas universidades y entidades gubernamentales han comenzado a responder al clamor y a la necesidad de estudios científicos sobre las propiedades curativas de las plantas.
Nota: ¿Qué significa plantas medicinales?
Ahora bien cuando hablamos de plantas medicinales debemos aclarar a que nos estamos refifiendo. Lo que en la medicina alternativa se considera una planta puede que sea distinto lo que muchas personas consideran una planta. Cuando hablamos de plantas medicinales nos referimos a las hojas, corteza, raíces, polen, pétalos, semillas, frutos, y tallos de árboles, arbustos, algas, hongos, hierbas y otros tipos de representantes del reino vegetal. Como vemos, las plantas medicinales comprenden un espectro sumamente amplio. Estudiar y comprender todas las posibles aplicaciones de las plantas medicinales es una tarea gigante en la cual cada día se descubre algo nuevo. Sin embargo, hoy ya sabemos lo suficiente para concluir que usadas correctamente las plantas medicinales proveen alternativas para prevenir, y tratar numerosas condiciones de salud de forma efectiva y segura. Más aún, existen plantas medicinales y sustancias derivadas de estas que pueden ayudarnos a incluso optimizar y mejorar diversas funciones de nuestro organismo aún en el caso de personas que al parecer gozan de buena salud.
Examinemos algunas de las más conocidas plantas medicinales y lo que sabemos sobre sus propiedades curativas.
Bronceado natural con zanahorias
Un buen bronceado natural sienta muy bien a nuestra imagen pero con la disminución de la capa de ozono hemos de hacerlo sin riesgos para la piel. Los especialistas advierten que hay que seguir unas pautas básicas para conseguir un buen bronceado natural.
Además de producir arrugas y manchas, la exposición excesiva a las radiaciones ultravioletas provenientes del sol es un importante factor de riesgo de cáncer dermatológico. El riesgo de cáncer en la edad adulta es mucho mayor si se han tenido quemaduras solares en la infancia, o si las exposiciones solares veraniegas han sido de tres o más veranos antes de los 18 años de edad.
Las manchas café con leche pueden salir cuando uno se ha quemado dos veces en la misma zona (por eso son tan frecuentes en cara, hombros y escote). Aunque no han de tratarse, requerirán vigilancia de por vida, pues sobre ellas puede aparecer un cáncer de piel.
¿Que consejos hay seguir para un bronceado natural sin riesgos?
Para conseguir un bronceado natural es suficiente con salir de casa o pasear. En absoluto es imprescindible tomar baños de sol.
Evitar que los niños menores de 3 años vayan a la playa. La radiación lumínica se refleja en la arena blanca y el agua, por lo que las sombrillas son ineficaces.
Para un bronceado natural sin riesgos utilizar filtros solares. Ha de usarse un factor 15 o superior (en niños, factor 30 o superior). Han de ponerse 20 minutos antes de exponerse al sol, y volver a aplicarse cada tres horas o tras el baño (los filtros resistentes al agua, no resisten el baño). Usar un filtro no quiere decir que pueda permanecerse más tiempo al sol sin peligro.
Hay que evitar exponerse al sol entre las 12 del medio día y las 5 de la tarde. Son las horas de máxima intensidad lumínica (y cuando la playa está llena). Podemos usar esas horas para comer, comprar, limpiar el apartamento... todo menos tomar el sol. Cubrirse con ropa. El calor lo da la radiación ultravioleta, y la piel se calienta también.
El pelo protege del sol, los calvos deben usar fotoprotector y gorra.
Desconfiar de los días nublados, las radiaciones llegan casi igual.
Bronceado natural con la zanahoria
Adquirir un bonito bronceado natural sin riesgos es fácil si tomas antes de ir a la playa o a la piscina un zumo de zanahorias por su riqueza en betacaroteno. O mejor, si un mes antes de las vacaciones estivales haces este mismo tratamiento, pero a diario.
También puedes preparar un bronceador a base de zanahorias, aquí te damos la receta para que tú mismo puedas preparar un bronceador natural.
Ingredientes
2 cucharadas soperas de aceite de oliva o germen de trigo
1/8 de litro de zumo de zanahoria
2 cucharadas de zumo de limón.
Preparación
Se mezclan todos los ingredientes y se guarda en un frasco a ser posible de vidrio oscuro y hermético. Antes de usar se debe agitar.
Extender primero en las manos y luego sobre el cuerpo antes de tomar el sol.
También conviene saber que estudios recientes han relanzado el Aceite de Oliva como uno de los más eficaces en los campos Dermofarmacéutico y Cosmético.
Entre sus características, cabe destacar las siguientes.
Alta capacidad protectora frente a los rayos solares.
Previene la aparición del Eritema.
Acción emoliente y calmante.
Es eudérmico y sebosímil, debido a su contenido en Escualeno.
¿Hay que ducharse después de un baño en el mar?
Antes de tumbarte a tomar el sol, dúchate con agua dulce. Las gotas de agua de mar actúan como pequeñas lupas y pueden provocar unas quemaduras importantes sobre tú piel.
Como conservar el bronceado natural
Si quieres prolongar el bronceado natural, lávate la cara con una infusión de té bien fuerte. Pero, como es astringente, no olvides nutrir la piel después con crema o leche hidratante.
Manchas solares ¿cómo eliminarlas?
Ciertas manchas pueden mejorar si aplicas diariamente, por toda la zona afectada, un algodón fino empapado en una infusión de perejil. El zumo de limón también las aclara muy bien.
Intensificar el bronceado natural
Si quieres conseguir un bronceado aún más intenso, después de exponerte a los rayos solares, de forma natural, aplícate un producto autobronceador. Acentuarás más el color.
Bronceado natural intenso
Si quieres lograr un bronceado natural más intenso, sin riesgos, hazte un peeling corporal unos 10 días antes de tu primer baño de sol. Las cremas exfoliantes de cuerpo retiran de la superficie de la piel las células muertas.
Alimentos que protegen la piel
La piel puede verse afectada por distintos factores: el tabaco, el alcohol, el estrés, tomar sol sin protección, el viento, el frío y la falta de sueño, entre otros. En especial en momentos en que la piel está expuesta a los rayos ultravioletas durante mucho tiempo, las membranas celulares que protegen la piel se ven duramente afectadas por la formación de moléculas reactivas de oxígeno. Estos agentes, más conocidos como radicales libres, pueden desactivarse mediante un consumo elevado de distintas vitaminas.
Vitamina C: Además de ser antioxidante, este nutriente ayuda a combatir las arrugas debido a que estimula la producción de colágeno, encargado de formar el tejido conectivo.
Se encuentra fundamentalmente en las frutas y verduras frescas como: kiwi, pimiento rojo, naranja, limón, perejil, etcétera.
CinC: Combate y previene los daños que produce el sol. Por otro lado, actúa en conjunto con la vitamina C en la producción del colágeno, y trabaja con la vitamina
A en la reconstrucción de los tejidos y en la cicatrización de heridas. Se encuentra principalmente en: levadura de cerveza, pan integral, germen de trigo, huevos y productos lácteos.
Selenio: Actúa de la misma manera que el cinc en la protección de los rayos solares, aunque tiene otras propiedades importantes.
En primer lugar, es un antirradical, es decir, combate los radicales libres, reduciendo a su vez la incidencia del cáncer de piel.
Por otro lado, favorece la absorción de la vitamina E, que se destaca por sus propiedades antioxidantes, y del betacaroteno y la vitamina C. Por último, este mineral previene el envejecimiento prematuro y colabora en la desintoxicación del organismo.
Se encuentra en especial en el pescado, el germen de trigo y la levadura de cerveza.
Vitamina C: Además de ser antioxidante, este nutriente ayuda a combatir las arrugas debido a que estimula la producción de colágeno, encargado de formar el tejido conectivo.
Se encuentra fundamentalmente en las frutas y verduras frescas como: kiwi, pimiento rojo, naranja, limón, perejil, etcétera.
CinC: Combate y previene los daños que produce el sol. Por otro lado, actúa en conjunto con la vitamina C en la producción del colágeno, y trabaja con la vitamina
A en la reconstrucción de los tejidos y en la cicatrización de heridas. Se encuentra principalmente en: levadura de cerveza, pan integral, germen de trigo, huevos y productos lácteos.
Selenio: Actúa de la misma manera que el cinc en la protección de los rayos solares, aunque tiene otras propiedades importantes.
En primer lugar, es un antirradical, es decir, combate los radicales libres, reduciendo a su vez la incidencia del cáncer de piel.
Por otro lado, favorece la absorción de la vitamina E, que se destaca por sus propiedades antioxidantes, y del betacaroteno y la vitamina C. Por último, este mineral previene el envejecimiento prematuro y colabora en la desintoxicación del organismo.
Se encuentra en especial en el pescado, el germen de trigo y la levadura de cerveza.
Cáncer de Colon
El cáncer colo-rectal consiste en el crecimiento descontrolado de células anormales en esa parte del intestino. Estas células pueden invadir y destruir el tejido que se encuentra a su alrededor. Si penetran en el torrente sanguíneo o linfático, pueden extenderse a cualquier parte del organismo y producir daños en otros órganos. A este proceso de expansión se le denomina metástasis.
El colon y el recto forman parte del sistema digestivo. El colon es la primera sección de intestino grueso. En él se siguen absorbiendo nutrientes y agua de los alimentos que han sido ingeridos, como ocurre en el intestino delgado, y sirve de contenedor para el material de desecho. Este material va avanzando hasta el recto, última parte del intestino grueso, hasta que es expulsado al exterior a través del ano.
El colon se divide en cuatro segmentos: ascendente, transverso, descendente y sigmoide. El recto se une al colon sigmoide.
Tanto el colon como el recto están formados por varias capas de tejido. Según estén afectadas una u otra capa, así será el pronóstico del cáncer.
El cáncer que comienza en el colon, se denomina cáncer de colon y el que comienza en el recto, cáncer de recto.
Según esté afectada una parte u otra, los síntomas serán distintos y las pruebas diagnósticas serán distintas y más eficaces para detectar el cáncer según la zona donde aparezca.
Se piensa que el cáncer de colon evoluciona lentamente antes de ser diagnosticado como tal. Antes de que se desarrolle un cáncer suelen aparecer lesiones en el intestino que se denominan displasias o pólipos adenomatosos.
Algunos tipos de pólipos no son cancerosos, pero el hecho de haber tenido aumenta la probabilidad de tener, en un futuro, cáncer en esa zona del intestino.
El cáncer de colon es la segunda causa de muerte por cáncer, después del cáncer de pulmón en el hombre y de el de mama, en la mujer. Entre un 22% y un 36% de los casos, se presenta la enfermedad avanzada y, en estos casos, el índice de supervivencia ronda a cero.
En nuestro país se producen 11.000 nuevos casos por año. La mortalidad inducida por este cáncer es de 10 muertes por cada 100.000 habitantes y año, con tendencia al aumento.
El cáncer de colon ha ido aumentando su frecuencia en los países desarrollados. Representa en conjunto el 15% de los tumores diagnosticados en el hombre.
La tasa de supervivencia a cinco años es del 90% en aquellas personas que han tenido una detección temprana del cáncer. Pero sólo son detectados un 37% de estos cánceres en un estadio temprano.
Si el cáncer se ha diseminado a órganos o ganglios linfáticos cercanos, la tasa de supervivencia disminuye a un 65%. Y si se ha extendido a órganos distantes, la tasa a cinco años es de un 8%.
El colon y el recto forman parte del sistema digestivo. El colon es la primera sección de intestino grueso. En él se siguen absorbiendo nutrientes y agua de los alimentos que han sido ingeridos, como ocurre en el intestino delgado, y sirve de contenedor para el material de desecho. Este material va avanzando hasta el recto, última parte del intestino grueso, hasta que es expulsado al exterior a través del ano.
El colon se divide en cuatro segmentos: ascendente, transverso, descendente y sigmoide. El recto se une al colon sigmoide.
Tanto el colon como el recto están formados por varias capas de tejido. Según estén afectadas una u otra capa, así será el pronóstico del cáncer.
El cáncer que comienza en el colon, se denomina cáncer de colon y el que comienza en el recto, cáncer de recto.
Según esté afectada una parte u otra, los síntomas serán distintos y las pruebas diagnósticas serán distintas y más eficaces para detectar el cáncer según la zona donde aparezca.
Se piensa que el cáncer de colon evoluciona lentamente antes de ser diagnosticado como tal. Antes de que se desarrolle un cáncer suelen aparecer lesiones en el intestino que se denominan displasias o pólipos adenomatosos.
Algunos tipos de pólipos no son cancerosos, pero el hecho de haber tenido aumenta la probabilidad de tener, en un futuro, cáncer en esa zona del intestino.
El cáncer de colon es la segunda causa de muerte por cáncer, después del cáncer de pulmón en el hombre y de el de mama, en la mujer. Entre un 22% y un 36% de los casos, se presenta la enfermedad avanzada y, en estos casos, el índice de supervivencia ronda a cero.
En nuestro país se producen 11.000 nuevos casos por año. La mortalidad inducida por este cáncer es de 10 muertes por cada 100.000 habitantes y año, con tendencia al aumento.
El cáncer de colon ha ido aumentando su frecuencia en los países desarrollados. Representa en conjunto el 15% de los tumores diagnosticados en el hombre.
La tasa de supervivencia a cinco años es del 90% en aquellas personas que han tenido una detección temprana del cáncer. Pero sólo son detectados un 37% de estos cánceres en un estadio temprano.
Si el cáncer se ha diseminado a órganos o ganglios linfáticos cercanos, la tasa de supervivencia disminuye a un 65%. Y si se ha extendido a órganos distantes, la tasa a cinco años es de un 8%.
Cáncer de Piel
¿Qué es? El cáncer de piel no melanoma es el tipo más común de cáncer de piel. Se le llama no melanoma, porque este grupo de tumores cancerosos comprende todos los tipos de cáncer de la piel, excepto uno: el melanoma maligno, que es el cáncer que se desarrolla a partir de los melanocitos.
Causas
La exposición excesiva a la radiación ultravioleta (UV), cuya principal fuente es la luz solar. El grado de exposición a esta radiación depende de la intensidad de la luz, del tiempo de exposición, y de si la piel ha estado protegida. Las personas que viven en áreas donde están expuestas todo el año a una luz solar intensa tienen mayor riesgo. Estar largo tiempo a la intemperie por motivos de trabajo o diversión sin protegerse con ropas adecuadas y protección solar aumenta el riesgo.
Las lámparas y cabinas bronceadoras son otras fuentes de radiación ultravioleta que pueden causar un mayor riesgo de desarrollar un cáncer de la piel no melanoma.
La exposición a ciertos productos químicos como el arsénico, la brea industrial, la hulla, la parafina y ciertos tipos de aceites.
La exposición a la radiación como la producida por la radioterapia.
Las lesiones o inflamaciones graves o prolongadas de la piel, como pueden ser las quemaduras graves, la piel que recubre el área donde se produjo una infección ósea grave, y la piel dañada por ciertas enfermedades inflamatorias.
El tratamiento de la psoriasis con psoralenos y luz ultravioleta administrados a algunos pacientes con psoriasis.
El xeroderma pigmentoso, una condición hereditaria muy poco frecuente, reduce la capacidad de la piel para reparar los daños que sufre el ADN como consecuencia de la exposición a la luz solar. Las personas que tienen este trastorno desarrollan un gran número de tumores cancerosos de la piel, a veces desde la infancia.
El síndrome del nevus de células basales es una condición congénita igualmente poco frecuente, que ocasiona múltiples tumores cancerosos de células basales. La mayoría de los casos, aunque no todos, son hereditarios.
Síntomas
Como parte de un examen de rutina relacionado con el cáncer, el médico examinará minuciosamente la piel del paciente. Pero es igualmente importante que el paciente se revise a sí mismo la piel, preferiblemente una vez al mes. Para ello, deberá conocer el aspecto de los lunares, las imperfecciones, las pecas y otras marcas que tenga en la piel para poder detectar cualquier cambio.
Se recomienda hacerse el autoexamen frente a un espejo de cuerpo entero. Para las áreas difíciles de ver puede usarse un espejo de mano. Deben examinarse todas las áreas, incluyendo las palmas de las manos y las plantas de los pies, la región lumbar y la parte posterior de las piernas.
El cáncer de la piel no melanoma puede tener el aspecto de diversas marcas en la piel. Las señales de aviso principales son la aparición de una nueva masa, una mancha o protuberancia que esté creciendo (en el transcurso de unos meses, o de 1 a 2 años), o bien una úlcera que no sane en un plazo de 3 meses.
Los carcinomas de células basales aparecen en forma de áreas de color rojo, planas y escamosas, o de pequeñas áreas cerosas, brillantes y translúcidas al relieve, que pueden sangrar con una lesión menor. Puede haber uno o más vasos sanguíneos irregulares visibles, o mostrar áreas de color azul, café o negro.
Los carcinomas de células escamosas pueden aparecer en forma de protuberancias crecientes, a menudo de superficie áspera, o planos como manchas rojizas de la piel que crecen lentamente. Estos dos tipos de cáncer de la piel no melanoma pueden desarrollarse en forma de área plana que sólo muestra leves cambios con respecto a la piel normal.
El sarcoma de Kaposi suele empezar como una pequeña área similar a un morado que se convierte en un tumor.
La micosis fungoide empieza como una erupción, a menudo en los glúteos, las caderas o la parte inferior del abdomen. Puede parecer una alergia de la piel u otro tipo de irritación de la misma.
Los tumores de los anexos se presentan como protuberancias dentro de la piel.
Los sarcomas de la piel se manifiestan como grandes masas debajo de la superficie de la misma. Los tumores de células de Merkel suelen aparecer en forma de nódulos de color rojo púrpura, o de úlceras (llagas) localizadas en la cara, o, con menos frecuencia, en los brazos o las piernas.
Prevención
La forma más importante de reducir el riesgo de desarrollar un cáncer de la piel no melanoma es evitar exponerse sin protección a los rayos solares y a otras fuentes de luz ultravioleta. La manera más sencilla de evitar la exposición excesiva a la luz ultravioleta es mantenerse alejado del sol y a la sombra siempre que sea posible.
Esto resulta particularmente importante al mediodía, cuando la luz ultravioleta es más intensa.
Protegerse con ropa, incluyendo una camisa y un sombrero de ala ancha. Por lo general, las telas de tejido apretado ofrecen la mejor protección contra el sol. Unas gafas de sol que ofrezcan una buena cobertura, con un porcentaje de absorción de rayos ultravioleta de un 99% a un 100%, protegen de forma óptima los ojos y el área de piel alrededor de los mismos.
Las cremas de protección solar con un factor de protección de factor 15 o más deberán usarse en áreas de la piel expuestas al sol, particularmente cuando la luz solar es intensa. Las personas de piel clara y las que se queman con facilidad deben aplicarse la loción antisolar.
Al aplicarse la loción, se deben seguir siempre las instrucciones. Para que ésta sea eficaz, debe aplicarse antes de exponerse al sol, y usarse en todas las áreas de piel expuestas a la luz solar. Muchas lociones antisolares pierden eficacia cuando la persona suda o nada, y deben volverse a aplicar para que ofrezcan el máximo de protección. Se debe usar loción aunque el día esté brumoso o el cielo esté cubierto de nubes ligeras o poco compactas, ya que la luz ultravioleta puede atravesarlas.
No se deben usar cabinas bronceadoras. La exposición excesiva a la luz ultravioleta puede aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de la piel.
Tipos
Existen muchos tipos de cáncer de piel no melanoma, pero hay dos que son los más comunes: el carcinoma basocelular y el carcinoma de células escamosas.
El carcinoma basocelular (cáncer de células basales): Es un tumor de crecimiento lento. Es muy raro que un cáncer de células basales se extienda a partes distantes del cuerpo. No obstante, si un cáncer de células basales se deja sin tratar, puede extenderse a las áreas cercanas y afectar los huesos, así como otros tejidos de la piel. Después del tratamiento, el carcinoma basocelular puede reaparecer en el mismo lugar de la piel.
El carcinoma espinocelular (carcinoma de células escamosas): Se desarrolla en las capas superiores de la epidermis, y representa alrededor del 20% de todos los casos de cáncer de la piel. Con frecuencia aparece en áreas del cuerpo expuestas al sol, tales como la cara, las orejas, el cuello, los labios y el dorso de las manos. También se puede desarrollar en cicatrices o úlceras de la piel en otras partes del cuerpo.
Otros tipos de cáncer de piel no melanoma, menos comunes que los anteriores son:
El sarcoma de Kaposi: Se origina en la dermis, pero también puede formarse en los órganos internos. Suele desarrollarse en personas afectadas por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), o que sufren el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
Linfoma. La dermis contiene un número considerable de linfocitos (un tipo de células del sistema inmunológico). Cuando éstos se vuelven malignos, forman el linfoma. Aunque la mayoría de estos tipos de cáncer parecen originarse en los gánglios linfáticos o en los órganos internos, existen ciertos tipos de linfoma que se originan en la piel. El término médico “linfoma cutáneo primario” significa “linfoma que se ha originado en la piel”. El tipo de linfoma cutáneo primario más común es el linfoma cutáneo de células T, también llamado micosis fungoide.
Los sarcomas: Se desarrollan a partir de las células del tejido conectivo, por lo general en tejidos que se encuentran a gran profundidad debajo de la piel. Con mucha menos frecuencia, éstos pueden producirse en la dermis y el tejido subcutáneo de la piel. Existen varios tipos de sarcoma que pueden desarrollarse en la piel, incluyendo el dermatofibrosarcoma protuberans y el angiosarcoma.
El carcinoma de células de Merkel: Se desarrolla a partir de las células endocrinas de la piel. A menudo reaparecen después del tratamiento y se extienden a los ganglios linfáticos cercanos. También pueden propagarse a los órganos internos.
También existen los tumores benignos de la piel, la mayoría de los cuales no son cancerosos, y sólo en contadas ocasiones llegan a convertirse en cáncer. Entre estos tumores se encuentran la mayoría de los tipos de lunares, las queratosis seborreicas (manchas con relieve, de color marrón, café o negro con una textura “cerosa” o una superficie áspera), los hemangiomas (tumores benignos de los vasos sanguíneos), los lipomas (tumores blandos de las células adiposas benignas) y las verrugas (tumores de superficie áspera causados por un virus).
Enfermedades Precancerosas
La queratosis actínica. Es una condición precancerosa de la piel causada por la exposición a los rayos solares. Son pequeñas manchas ásperas que pueden ser de color rojo, rosado o del color de la piel. Suelen desarrollarse en la cara, las orejas, el dorso de las manos y los brazos de personas de edad mediana o mayores que tienen la piel clara, aunque también pueden aparecer en otras áreas de la piel expuestas al sol.
Generalmente, las personas que tengan una queratosis actínica desarrollarán muchas más. Suelen crecen lentamente y no causan más síntomas o signos que las manchas de la piel. Es posible, pero no común, que las queratosis actínicas se conviertan en cáncer de células escamosas. También con frecuencia desaparecen por sí solas, pero pueden volver a aparecer.
El carcinoma de células escamosas in situ o Enfermedad de Bowen: Es la forma más precoz del cáncer de piel de células escamosas. Las células de este cáncer se encuentran completamente dentro de la epidermis, y no se han extendido a la dermis. Se manifiesta en forma de manchas rojizas. Comparada con las queratosis actínicas, las manchas del carcinoma de células escamosas in situ suelen ser mayores, a menudo de más de ½ centímetro, de un rojo más intenso y son más escamosas y ásperas.
Diagnóstico
Si existe algún motivo para sospechar que existe un cáncer de la piel, el médico empleará uno o más métodos para determinar si la enfermedad se encuentra realmente presente. El médico observará el tamaño, la forma, el color y la textura del área en cuestión, y si ésta sangra o se descama.
Se examinará el resto del cuerpo para ver si tiene manchas o lunares que puedan estar relacionados con el cáncer de la piel. Es posible que sea necesario hacer otras preguntas u otros exámenes, dependiendo de su estado de salud, en particular.
Si el médico piensa que un área pudiera presentar un cáncer de la piel no melanoma, éste tomará una muestra de piel del área sospechosa para examinarla con un microscopio. Esto se llama una biopsia de piel. Para hacer esta prueba pueden utilizarse diferentes métodos. El método elegido depende del tipo de cáncer de la piel no melanoma, de la localización del mismo en el cuerpo y del tamaño del área afectada.
Tratamientos
La extirpación es el tratamiento más común de este tipo de lesiones, que puede completarse con la llamada cirugía de Mohs dependiendo de la localización o si la mancha tiene un tamaño considerable.
La escisión simple consiste en la extirpación del tumor y parte del tejido que lo rodea.
Cirugía de Mohs: Se elimina la capa de la piel afectada por el cáncer y más tarde extrae el tejido de alrededor comparando ambos mediante pruebas en el microscopio. * Criocirugía: Mediante nitrógeno líquido se congelan y destruyen las células cancerosas.
Cirugía mediante láser: Se utiliza en carcinomas muy superficiales sobre los que se aplica el rayo láser para vaporizar las células cancerosas.
Electrodesecación: el tumor se extrae raspando el tejido, y después se trata la zona donde se encontraba la mancha con una aguja eléctrica para destruir las células cancerosas que queden.
Quimioterapia: El medicamento que más frecuentemente se utiliza es el fluoracilo, que usado deforma tópica llega a las células más cercanas de la superficie de la piel por lo que se utilizará sólo para las condiciones premalignas. Este medicamento enrojece la zona donde se aplica, y la hace más sensible al sol, por lo que habrá que protegerla durante unas semanas del sol.
Radioterapia: Consiste en el empleo de como rayos X, para destruir las células cancerosas. El tratamiento dura unos minutos y no es doloroso sino que es algo parecido a una radiografía sólo que la radiación es mayor y está concentrada en la zona afectada. Se utiliza en aquellos pacientes que no pueden someterse a cirugía, como personas de edad muy avanzada pueden tener problemas para ser intervenidos quirúrgicamente.
Este tratamiento puede curar aquellos tipos de cáncer que se encuentre en estadios bajos. También puede utilizarse como complemento a la cirugía.
Saber Todo sobre La Zanahoria
Saber Todo sobre La Zanahoria
Hablar sobre La Zanahoria
La zanahoria es una hortaliza imprescindible en la cocina que se caracteriza por su color anaranjado, sabor ligeramente dulzón y forma alargada. También destaca por su indudable valor nutritivo y vitamínico que la convierte en protagonista de muchas preparaciones culinarias. Su precio es bastante asequible y es fácil de encontrar a lo largo de todo el año, aunque su mejor momento abarca los meses de marzo y abril.
Calorías
Carece de grasas y presenta un bajo índice calórico, 23 por cada 100 g.
Vitaminas
La proporción de proteínas es de un 1 por ciento y, de glúcidos, del 4.6 por ciento. La zanahoria destaca por su extraordinario contenido alimenticio, con abundancia de minerales (sodio, calcio, magnesio y potasio) y vitaminas (A, B y C).
Propiedades
De virtudes ampliamente reconocidas, la zanahoria es un gran reconstituyente, siendo un alimento aconsejable en el tratamiento de las diarreas. Además, enriquece la sangre y regenera las células. De la materia colorante amarilla que tiene esta raíz, se extrae el caroteno, que el organismo asimila como vitamina A. Por lo tanto, su consumo es muy importante para todas aquellas personas con problemas de visión.
Consejos
La buena zanahoria debe aparecer fresca, tersa y crujiente. Los ejemplares leñosos, opacos, dañados y blandos indican que llevan demasiado tiempo dejos de la tierra, lo que supone una notable pérdida de nutrientes. Si quieres aprovechar al máximo sus beneficiosos efectos, recuerda que cuanto más oscuro sea el color de la zanahoria, mayor es su valor vitamínico. La zanahoria interviene en numerosas preparaciones culinarias. Puede consumirse cruda ( debiendo elegirse en este caso las más tiernas), cocida o en zumo. Además de ser guarnición y pieza importante de ensaladas, enriquece salsas, caldos, sopas , purés y guisos; forma parte de menestras y con ella también se preparan postres y tartas. Aunque se puede conservar durante una semana, conviene cocinarla o tomarla con rapidez. La preparación y cocción no tiene demasiados secretos: la zanahoria se pela con rapidez y sin desperdicios escaldándola previamente en agua hirviendo y frotándola, una vez escurrida, con un paño de cocina. Su tiempo de cocción es largo, a no ser que se efectúe en olla a presión.
La Zanahoria...alimento para la piel
La Zanahoria...alimento para la piel
Sección Verduras
La zanahoria alimenta y protege. Como planta que es presenta unas ventajas evidentes para el organismo. Pero además su alta composición de carotenos y provitamina A la convierten en un eficaz y sano bronceador. Las ventajas de la zanahoria son por ello numerosas.
La zanahoria es una planta herbácea anual de la familia de las umbelíferas. Su denominación técnica es Daucus carota o zanahoria silvestre. Esta planta presenta unas hojas compuestas, y flores blancas y amarillas. La parte comestible es la raíz. Es muy carnosa, presenta un aspecto coniforme y de color rojo anaranjado. Entre sus parientes se encuentran el apio, el nabo y el hinojo.
Su cultivo para la alimentación humana es muy reciente. La razón es que esta planta originariamente era bastante venenosa. Fueron los hortelanos franceses y alemanes quienes eliminaron su peligro. Por medio de una paciente selección y cruces neutralizaron su veneno y produjeron las raíces que, hoy en día, son un compendio de vitaminas.
Composición de la zanahoria
La zanahoria contiene un 20% de desperdicios, proteínas en un 1,5%, un 0,2% de grasa, 7,3% de azúcares y abundantes vitaminas. Predomina la de tipo A en forma de provitaminas, sólo igualada por las espinacas, y con casi el doble de cantidad que el perejil. Posee también hierro, potasio y calcio en niveles muy considerables y algo menos de fósforo. Aporta alrededor de 40 calorías por cada 100 gramos de alimento.
La composición de la raíz es muy compleja y entre sus azúcares contiene glucosa y sacarosa. También un 1,7% de fibra en estado bruto y casi otro tanto de cenizas. No faltan fosfátidos, muy apreciados en nutrición humana, como la lecitina y la glutamina. Pero sobre todo destaca por sus grandes cantidades de caroteno o materia colorante amarilla, la provitamina A.
Usos y virtudes
La zanahoria contiene mucho agua (casi el 90%) y es hipocalórica, aporta a la dieta sólo un 40% de calorías. Además es antioxidante y un eficaz protector de la piel. El organismo humano necesita unos 2 miligramos diarios de vitamina A y la zanahoria contiene entre 4 y 10 mg. por cada 100 gramos. Esto es fundamental para proporcionar un desarrollo armónico del cuerpo de los niños.
A su vez también ayuda a la secreción de leche materna. Previene los procesos degenerativos de la piel y regula los procesos intestinales. Esto último se consigue por su riqueza en fibra. Por otra parte equilibra la secreción biliar y favorece el aumento de glóbulos rojos.
La zanahoria y la vista
Desde la Antigüedad Clásica se conocían las propiedades de la zanahoria respecto a la vista humana. Esta se refuerza y agudiza con el consumo de esta planta. Varios escritores griegos y romanos como Plinio y Columela hablaron sobre ella. Y Dioscórides ensalzó sus virtudes en su Materia Médica.
Como anécdota, en la II Guerra Mundial los ingleses lanzaron el bulo de que sus aviadores veían por la noche gracias al consumo de zanahorias. Esto sirvió para ocultar a los alemanes el descubrimiento del radar y además se popularizó el consumo de esta hortaliza en el Reino Unido.
Las estaciones y su cultivo
La zanahoria es una hortaliza disponible a lo largo de todo el año. En la primavera se suele entresacar para hacer sitio y que pueda crecer con mayor comodidad. En invierno, en los lugares donde la temperatura no es muy extrema, las zanahorias aguantan en la tierra protegidas como mucho con un manto de paja. En el peor de los casos se extraen antes de las primeras heladas fuertes y se conservan enterradas bajo arena.
ZANAHORIA PARA EL CUTIS
Por sus características la zanahoria ofrece una protección básica a la epidermis cuando la piel se expone a los rayos solares. También mediante algunos alimentos la piel puede permanecer suave, tersa y bronceada durante el verano.
Un régimen rico en carotenos favorece el bronceado y la zanahoria los posee en grandes cantidades. Los carotenos tienen grandes virtudes dietéticas y a la vez protegen la piel de la influencia negativa del sol. Mantienen la piel hidratada y le proporcionan un tono bronceado. Comer zanahoria unos días antes de tomar el sol ayuda a proteger la epidermis pues sus betacarotenos activan la producción de la melanina.
La zanahoria es, después del perejil, el alimento con mayor proporción de betacarotenos. Pertenece al grupo de caretanoides, formado por más de 600 compuestos naturales. Desempeña un papel muy destacado porque actúa como un precursor de la vitamina A. Puede transformarse en esta vitamina cuando lo necesite el organismo.
También funciona como un eficaz antioxidante y así previene los efectos negativos de la edad y dolencias como el cáncer. Los betacarotenos además neutralizan los radicales libres. Estos son unas moléculas reactivas con una alta carga energética. Dañan las membranas de las células y el material genético que contienen. En verano actúan contra estos radicales que se generan por una excesiva exposición al sol.
Los bronceadores elaborados a base de extracto de zanahoria producen a nivel cutáneo un estímulo del caroteno que va aportando, poco a poco, un tono bronceado a la piel.
VARIEDADES DE ZANAHORIAS
Existen muchos tipos de zanahorias. Destacan la medio larga mantesa, la tantal, la tip-top, la roja de Carentan y la roja de Flakee. Las principales peculiaridades que las diferencian son el color, la forma, la longitud y el grosor de la raíz. Por otra parte hay que tener también en cuenta el vigor y la duración del ciclo de cultivo de la planta. Generalmente en los mercados suele haber tres calidades: extra, primera y segunda.
Las mejores zanahorias son las más pequeñas. Estas se suelen vender atadas en manojos con penachos de hojas de color verde. Es recomendable cocer cualquier tipo de zanahoria al vapor y no pelarlas. En lugar de ello se recomienda lavarlas a conciencia y rasparlas superficialmente.
PREPARAR UN ZUMO DE ZANAHORIAS
El zumo de zanahorias se toma crudo en cantidades que varían entre 50 y 400 gramos al día. Lo primero es limpiar las zanahorias de polvo e impurezas metiéndolas en agua. A continuación se raspa su superficie con un cuchillo sin pelar la piel. En ella es donde existe una mayor concentración de carotenos o vitamina A.
Pasando un kilo de zanahorias por la licuadora se saca alrededor de un cuarto de kilo de zumo. Este se puede diluir en agua y añadirle miel y limón. También es muy recomendable la mezcla del zumo con el de naranjas recién exprimidas.
Locion para Broncearse
Una poción exclusiva para ponerse moreno es la compuesta por dos zanahorias, una naranja, un tomate y un poquito de maña. Lo ideal es exprimir por un lado el zumo de la naranja. Por otro, lado en la licuadora se prepara el de tomate y el de zanahorias. Luego se mezclan todos y el zumo multifruta resultante se bebe casi de un trago. Esta bebida natural mezcla los betacarotenos (vitamina A) de la zanahoria y el tomate que ayudan a la formación de melanina y protegen la piel. La vitamina C de la naranja (antioxidante) previene a la piel del envejecimiento solar. No es recomendable tomar más de un zumo al día pero si empezar a tomarlo incluso quince días antes de la exposición al sol.
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