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miércoles, 10 de marzo de 2010

Guías gratuitas para pacientes



Las guías incluidas en esta sección están escritas en un lenguaje sencillo y ameno. Pensando en el paciente que necesita información sobre los trastornos de ansiedad y los temas relacionados. La información que contienen, sin embargo, es rigurosa y está científicamente contrastada o se basa en la experiencia clínica del autor de la guía.
¿Cómo conseguir estas guías? Conseguir estas guías es muy sencillo. Tan sólo tienes que rellenar el formulario que aparece al final de esta página. En unos segundos estarás descargando las guías seleccionadas.
Guía de la ansiedad

1. La ansiedad y sus trastornos

Autor: Dr. Pedro Moreno, psicólogo clínico especialista.
Extensión: 50 páginas.
Entrega: inmediata (e-mail)
Contenido: Esta guía de 50 páginas sobre la ansiedad y sus trastornos se ha elaborado en un lenguaje sencillo y ameno. Incluye abundantes ejemplos de personas que han sufrido estos trastornos. Sin duda, una guía de gran valor por la calidad de la información que incluye, rigurosa y científicamente contrastada.
PrecioGratis.

Crisis de ansiedad: Guía para pacientes

2. Crisis de ansiedad: Primeros auxilios para pacientes

Autor: Dr. Pedro Moreno, psicólogo clínico especialista.
Extensión: 48 páginas.
Entrega: inmediata (e-mail)
Contenido: Una guía especialmente dedicada a las personas que sufren crisis de ansiedad. Con recomendaciones imprescindibles para manejarse con las crisis de ansiedad y evitar hacer conductas que puedan empeorar la situación del paciente. De gran interés para personas que sufren crisis de ansiedad y para los familiares y allegados de estos pacientes.
PrecioGratis.

Guía de relajación muscular profunda

3. Relajación muscular profunda

Autor: Dr. Pedro Moreno, psicólogo clínico especialista.
Extensión: 21 páginas.
Entrega: inmediata (e-mail)
Contenido: Una guía útil para las personas que sufren estados de ansiedad, con tensión muscular, dolores de cuello o espalda y otros síntomas relacionados. Se incluyen ejercicios específicos para lograr estados de relajación muscular profunda.
PrecioGratis.

Guía del TOC

4. Guía del TOC: trastorno obsesivo-compulsivo

Autor: Dr. Pedro Moreno, psicólogo clínico especialista.
Extensión: 42 páginas.
Entrega: inmediata (e-mail)
Contenido: Una guía especialmente dedicada a las personas que sufren obsesiones y compulsiones, así como estados de ansiedad relacionados. Con recomendaciones prácticas para entender y manejarse con los síntomas del trastorno obsesivo-compulsivo y evitar hacer conductas que puedan empeorar la situación del paciente. De gran interés para personas que sufren trastorno obsesivo-compulsivo y para los familiares y allegados de estos pacientes.
PrecioGratis.


La crisis de ansiedad, una experiencia de terror extremo


Por: Dr. Pedro Moreno.
La crisis de ansiedad es una experiencia de terror extremo o pánico que resulta altamente preocupante para quien la sufre. Típicamente ocurre en cuestión de segundos y la persona, sobre todo las primeras veces, cree que es víctima de un infarto, un ahogo súbito o un mareo que puede hacerle caer al suelo. En ocasiones se presenta como el principio de un estado de locura.
Una crisis de ansiedad es una reacción de miedo o malestar intenso que se presenta de forma repentina y alcanza su máxima intensidad en cuestión de dos o tres minutos, diez como máximo. Para denominarla así, esa reacción de miedo intenso debe ir acompañada de cuatro o más de los siguientes síntomas:
  1. Palpitaciones, sacudidas del corazón o elevación de la frecuencia cardiaca
  2. Sudoración
  3. Temblores o sacudidas
  4. Sensación de ahogo o falta de aliento
  5. Sensación de atragantarse
  6. Opresión o malestar en el pecho
  7. Náuseas o molestias abdominales
  8. Inestabilidad, mareo o desmayo
  9. Sensación de irrealidad (desrealización) o de estar separado de uno mismo (despersonalización)
  10. Miedo a perder el control o volverse loco
  11. Miedo a morir
  12. Sensación de entumecimiento u hormigueo
  13. Escalofríos o sofoco
Cuando no se alcanzan los cuatro síntomas requeridos de la tabla anterior, pero hay malestar suficiente, hablamos de crisis de síntomas limitados minicrisis.
Estas crisis de ansiedad pueden presentarse en situaciones muy distintas:

  • en ascensores

  • en espacios abiertos

  • en supermercados

  •  cuando hablamos con extraños

  • cuando hablamos con personas atractivas o con autoridad

  • cuando vemos una jeringuilla o una herida con sangre

  • etc.

  • Las situaciones mencionadas suelen desencadenar crisis de ansiedad en algunas personas. Según el tipo de situación que genera el miedo irracional y desproporcionado, se diagnostica la presencia de una agorafobia, una fobia social u otras fobias específicas. Las personas que padecen esas fobias saben que si se enfrentan a una situación del tipo temido será altamente probable que sufran una crisis de ansiedad.
    En otras ocasiones las personas pueden sufrir crisis de ansiedad de forma espontánea, como si no hubiera ningún desencadenante. Esto ocurre en aquellas personas que padecen trastorno de pánico. De repente, sin saber por qué, comienza la crisis de ansiedad y alcanza el máximo de miedo en cuestión de segundos, generalmente dos o cuatro minutos.

    CRISIS DE ANSIEDAD CONOZCA EN DETALLE


    "Comenzó hace 10 años. Estaba sentada durante un seminario en un hotel y esta sensación salió de la nada. Sentí que me estaba muriendo. Para mí, un ataque de pánico es casi una experiencia violenta. Siento que me estoy volviendo loca. Me hace sentir que estoy perdiendo el control en forma extrema. Mi corazón late con fuerza, todo parece irreal y hay una fuerte sensación de calamidad inminente. Entre un ataque y otro existe este pavor y ansiedad de que van a regresar. El tratar de escapar a estas sensaciones de pánico puede ser agotador."

    Los 
    síntomas más frecuentes de un ataque de pánico son: Transpiración, palpitaciones, dolores en el pecho, mareos o vértigos náusea, o problemas estomacales, sofocos o escalofríos, falta de aire o una sensación de asfixia, hormigueo o entumecimiento estremecimiento o temblores, sensación de irrealidad, terror, sensación de falta de control o estarse volviendo loco, temor a morir.

    Quienes padecen de trastornos de pánico experimentan sensaciones de terror que les llegan repentina y repetidamente sin previo aviso. No pueden anticipar cuando les va a ocurrir un ataque y muchas personas pueden manifestar ansiedad intensa entre cada uno al preocuparse de cuando y donde les llegará el siguiente. Entre tanto, existe una continua preocupación de que en cualquier momento se va a presentar otro ataque.

    Cuando llega un ataque de pánico, lo más probable es que usted sufra palpitaciones y se sienta sudoroso, débil o mareado. Puede sentir cosquilleo en las manos o sentirlas entumecidas y posiblemente se sienta sofocado o con escalofríos. Puede experimentar dolor en el pecho o sensaciones de ahogo, de irrealidad o tener miedo de que suceda una calamidad o de perder el control. Usted puede, en realidad, creer que está sufriendo un ataque al corazón, que está perdiendo la razón o que está al borde de la muerte. Los ataques pueden ocurrir a cualquier hora aún durante la noche al estar dormido, aunque no esté soñando. Mientras casi todos los ataques duran aproximadamente dos minutos, en ocasiones pueden durar hasta 10 minutos. En casos raros pueden durar una hora o más.
    Usted puede en realidad creer que está sufriendo un ataque al corazón, que está volviéndose loco o que está al borde de la muerte. Los ataques pueden ocurrir a cualquier hora aún durante la noche al estar dormido, aunque no esté soñando.
    Al menos un 1.6 por ciento de la población padece trastornos de pánico y es más común en las mujeres que en los hombres. Puede presentarse a cualquier edad, en los niños o en los ancianos, pero casi siempre comienza en los adultos jóvenes. No todos los que sufren ataques de pánico terminan teniendo trastornos de pánico; por ejemplo, muchas personas sufren un ataque y nunca vuelven a tener otro. Sin embargo, para quienes padecen de trastornos de pánico es importante obtener tratamiento adecuado. Un trastorno así, si no se atiende, puede resultar en invalidez.
    El trastorno de pánico frecuentemente va acompañado de otros problemas tales como depresión o alcoholismo y puede engendrar fobias, relacionadas con lugares o situaciones donde los ataques de pánico han ocurrido. Por ejemplo, si usted experimenta un ataque de pánico mientras usa un ascensor, es posible que llegue a sentir miedo de subir a los ascensores y posiblemente empiece a evitar usarlos.

    Las vidas de algunas personas han llegado a hacerse muy restringidas porque evitan actividades diarias normales como ir al mercado, manejar un vehículo o, en algunos casos hasta salir de su casa. O bien, pueden llegar a confrontar una situación que les causa miedo siempre y cuando vayan acompañadas de su cónyuge o de otra persona que les merezca confianza. Básicamente, evitan cualquier situación que temen pueda hacerlas sentirse indefensas si ocurre un ataque de pánico. Hablamos entonces de 
    agorafobia . La padecen una tercera parte de las personas que sufren de trastornos de pánico, llegando a tener sus vidas muy restringidas. Sin embargo, un tratamiento oportuno al trastorno de pánico puede frecuentemente detener el progreso hacia la agorafobia.

    Se han hecho estudios que demuestran que un 
    tratamiento adecuado, un tipo de psicoterapia llamada terapia cognitivo-conductual, medicamentos o posiblemente una combinación de ambos, ayuda del 70 al 90 por ciento de las personas con trastornos de pánico. Se puede apreciar una significante mejoría entre 6 a 8 semanas después de iniciarse el tratamiento.

    Los medios usados en la terapia cognitivo-conductual enseñan al paciente a ver las situaciones de pánico de manera diferente y enseñan varios modos de reducir la ansiedad, por ejemplo haciendo ejercicios de respiración o acudiendo a técnicas que dan nuevo enfoque a la atención. Otra técnica que se usa en la terapia del comportamiento, conocida como terapia de exposición, frecuentemente puede mitigar las fobias resultantes de un trastorno de pánico. En la terapia de exposición, se expone poco a poco a las personas a la situación temida hasta que llegan a hacerse insensibles a ella.

    Algunas personas encuentran el mayor alivio a los síntomas del trastorno de pánico cuando toman ciertos medicamentos recetados por el médico. Esos medicamentos, al igual que la terapia cognitivo-conductual, pueden ayudar a prevenir ataques de pánico o a reducir su frecuencia y severidad. Los dos tipos de medicamentos que se ha comprobado son seguros y efectivos en el tratamiento del trastorno de pánico son los antidepresivos y las benzodiazepinas.

    (Esta información sobre las Crisis o Ataques Pánico procede del 
    National Institute of Mental Health)

    Algunas referencias para saber más

    Botella, C. y Ballester, R. (1997). Trastorno de pánico: Evaluación y tratamiento. Barcelona: Martínez Roca

    Roca,E. y Roca, B.(1999). Cómo tratar con éxito el pánico.Valencia ACDE

    Craske, M.G y Lewin, M.R. (1997). Trastorno por pánico. En V.E. Caballo (Dir.), Manual para el tratamiento cognitivo-conductual de los trastornos psicológicos (Vol. 1, pp. 113-136). Madrid: Siglo XXI.

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